Violencia y sensibilidad en Berserk (1997) a través de la música


Put your grasses on, nothin' will be wong! (8)





 Esta es una columna que escribo para hablar de la violencia en Berserk, pero antes me gustaría comentarles como y cuando me enfrenté por primera vez a Berserk y por qué quiero hablar del anime de 1997 en lugar del manga o las posteriores adaptaciones.
Corría el año 2009, yo estaba cursando primero medio y tenía algo así como 14 o 15 años. En ese tiempo, antes de Netflix, antes siquiera de que tuviese una conexión a internet en mi casa y pudiese procrastinar de mi tesis escribiendo un blog que nadie lee, tenía la costumbre de ir a una tienda que era un punto de encuentro para ñoños y otakus por aquel entonces. En ese lugar se daba algo muy bonito, que era el tráfico en cantidades inimaginables de DVDs con películas, series y cuanta cosa se puedan imaginar y, entre todos los ñoños que lo frecuentaban, había un ñoño alfa que se las sabía todas: El guatón Kurama.

Resulta que este socio, aparte de ser un apasionado del anime y una enciclopedia andante de cualquier tema remotamente relacionado a la cultura japonesa, era un generoso proveedor de material para jóvenes ávidos de conocimiento como yo. El tipo intercambiaba muchos dvds, pero si no le llegabas con una papita que le llamara la atención, podías comprarle, por la módica y accesible suma de luca, cualquier cosa que se te ocurriera o bien pedirle la recomendación del Chef.
Este Ratattouile con sobrepeso llegaba y sacaba algo de su mochila y te decía "mira esto" y puedo asegurar que el 99% de las veces el guatón Kurama te pasaba una joya.

Para hacerles la historia más corta, él me pasó Berserk. Como les había contado al principio, por aquél entonces yo no tenía internet, pero sí un reproductor de dvd y una tele en la que, por alguna razón, la imagen se veía en blanco y negro. Todo lo que vi por aquella época lo ví así, ya sea cosa del destino o de la precariedad de mis aparatos, la cosa es que tuvo una repercusión directa en mi forma de ver y apreciar el cine y la televisión. Qué tal, antes de que sacaran versiones NOIR de películas como Logan y Mad Max Fury Road yo ya era el más hipster.

Ahí cayó Berserk. Primer capítulo. La lúgubre atmósfera del primer capítulo que, bajo las condiciones mencionadas, me remitía directamente a películas del expresionismo alemán como el Gabinete del Doctor Caligari o los clásicos monstruos de la Universal como el Frankenstein de James Whale. Un protagonista taciturno se nos presenta como una máquina de partir hueones a la mitad nada más comenzando el episodio, pero también como un personaje atormentado por demonios que no lo dejan dormir, lo cual de por sí debía ser razón más que suficiente para que anduviera con un genio de guagua con hambre, justificando así su inclinación al homicidio.

Lo bacán del primer capítulo del anime de 1997 es que, al menos a mi gusto, es el que mejor insinúa lo que es la clave para entender a Guts. Él es un Ronin, o sea, un samurai sin amo, pero que en algún momento lo tuvo. Una vez que tenemos el panorama completo de la edad dorada y la historia de Guts es que podemos relacionar su historia, más que con la de un mercenario, con la de un Samurai.

Lo primero que hace Griffith cuando conoce a Guts es conseguir que jure lealtad hacia él (bueno, técnicamente lo convierte en su posesión, pero sigamos con el relato) y sirva a su clan (Para este efecto, la banda del Halcón). Guts efectivamente pasa largos años de su vida sirviéndole, hasta que Griffith (sin querer) lo hace espabilar sobre que jamás ha perseguido un sueño por sí mismo, o sea, lo hace caer en cuenta de su condición de herramienta.
Pero no es tan solo eso, justo antes Guts había asesinado a sangre fría a Julius, quien habría intentado matar a Griffith y a Adonis, su joven y prácticamente indefenso hijo.
Dicha acción acarreó a Guts un cuestionamiento, que arrastra en su pesada marcha para informar a Griffith de la misión cumplida.
¿Por qué quiero hablar del anime del 97, entonces?
Hay algo brillante en la forma en que esto se presenta en aquella adaptación. Y creo que hay un capítulo donde se conjugan, a la perfección, todos los elementos que hacen de esta serie la maravilla audiovisual que es.
El capítulo del que les hablo es el número 10 Tōtoki Mono

Si me preguntan a mi, la columna vertebral que sostiene el anime de Berserk del 97 es la música de Susumu Hirasawa. Y, en este capítulo pasa algo singular. En el momento en que Julius ve a Guts en su hogar, comienza a sonar Behelit, que es el tema de Griffith. Siento que la elección de este tema va de la mano con varias cosas. Como les comentaba, a partir de acá Guts comienza a cuestionarse a sí mismo su posición. Cuestionamiento que solo se profundiza cuando escucha a Griffith declarando que básicamente no lo respeta. Más tarde, en el capítulo 14 Hoguera de sueños (manso título), se abriría con Caska sobre que él solo tiene su espada, dando a entender que en su mente ya se ha instalado la necesidad de tener autonomía y no seguir siendo solo el autómata tras la esa espada.
Por último Behelit es el tema asociado a Griffith, que suena, por ejemplo, al final del capítulo 25, mientras Griffith viola a Caska y Guts se encuentra sometido mientras la sangre temina por borrar la imagen de quien otrora fue su amigo ... Ya, me fui del tema.

Podríamos decir que en esta escena, donde Guts mata a Julius y Adonis, que es la escena violenta del capítulo, en realidad, subtextualmente, se nos deja claro que es Guts como un arma siendo utilizada por Griffith, a quien sentimos a través de la música, como la fuerza que orquesta aquella violencia enferma que da muerte a Adonis, que a su vez también es el hecho que gatilla el germen del cuestionamiento en Guts.

Ya en la siguiente escena, cuando Guts va donde Griffith, pasa lo contrario. En aquella escena donde el foco de atención se lo lleva su discurso, lo que suena es el tema de Guts. Pero, si el tema de Griffith nos comunica la maldad subyacente en el corazón del mismo, ¿Qué nos transmite el tema de Guts? Por ejemplo, lo escuchamos en el capítulo 21, justo en el momento en que Guts y Caska se besan por primera vez y se entregan al amor por un instante en el que dejan los problemas a un lado y lo escuchamos en el capítulo 23, justo cuando Guts entiende que, aquello que buscaba, estaba junto a la banda del Halcón, donde finalmente comprende que se encontraba su hogar.
Por lo mismo, el tema de Guts no es sino la sensibilidad, la humanidad que subyace en el relato, que nos transporta a aquellos momentos en que vislumbramos la luz en medio de la masacre que cubre el 90% de esta serie.
¡¿Por qué entonces utilizan este tema para el discurso manipulador de Griffith ql?!
Como les digo, la música de Guts comienza a sonar en el preciso instante en que Griffith le comienza a hablar a Charlotte sobre los sueños, ante la cansada mirada de Guts. Su música acompaña el discurso porque es él quien está siendo cambiado realmente por las palabras de Griffith, claro, se engrupe a Charlotte, pero el cambio importante está sucediendo en Guts. La serie incluso lo enfatiza todavía más extendiendo la introducción del piano y metiendo el canto lírico de Hirasawa en el momento en que Griffith se disculpa con Charlotte por "hablar de más".
 ¿Cómo nos lo muestra la serie, entonces?

Si ya nos volaron la raja con el uso de la música, queda hablar sobre la forma en que esta se comunica con lo visual.
Para empezar, un accidente feliz, el bajo presupuesto de la serie, que la obligaba a escatimar en recursos para animación, haciendo que gran parte de los capítulos fuesen planos sostenidos de una imagen estática, que a mi gusto le agrega más de lo que le quita. Sentimos el peso del tiempo que supuso para Guts ese momento escuchando a Griffith en su discurso en la fuente junto a Charlotte.
Porque esa escena nunca fue sobre Griffith, es en ese momento, como ya pueden haber imaginado, que Guts entra en contacto consigo mismo por primera vez. Al verse a sí mismo a través de los ojos de Griffith, Guts se da cuenta de aquello en lo que se ha convertido y esa luz que es en esta historia aflora, susurrada en los acordes.



Guts se nos presenta por primera vez en la serie como algo más que una máquina de fabricar cadáveres y logramos empatizar con él, mientras, al mismo tiempo, comenzamos a ver a Griffith como un bastardo calculador desclazado y facho pobre que mira a todos por encima del hombro.
Bueno, me volví a ir por las ramas.
Al no tener la espectacularidad visual a mi favor debido a mi equipo penca, creo que mi visionado estuvo mucho más cercano a la experiencia de quien escucha una composición de música clásica, si quieren llamarlo así. La espectacularidad de la historia me llegó por ese lado, donde lo que recaló en mí fue ese contraste de  emociones que transmitía la música. Desde la adrenalina de FORCES! hasta la delicadeza del tema de Guts. Quizás eso me permitió, también, comprender a los personajes a un nivel distinto. O quizás solo estoy rallando la papa.
Cualquiera sea el caso, siento que era importante (para mi) buscar una excusa para no escribir la tesis hablar sobre mi experiencia sensorial con Berserk de 1997.

Edit:
 Hay un detalle que se me fue en la columna, por cierto. El nombre del capítulo 10 es Tōtoki Mono, que significa "Hombre noble". Pero la palabra "Mono" en japonés es muy bonita, porque también puede traducirse como "Cosa". Da para pensar ¿Quién es el hombre noble? ¿Julius? ¿Griffith? ¿Guts? Siento que el título hace referencia a la nobleza del corazón de Guts y también en su desplazamiento de ser una "Cosa" a ser un "Hombre" que es lo que pasa en este capítulo y no a un título nobiliario. La dejo ahí, a mi me gusta pensar que el título es por eso. Ya que "nobleza" hay poca tanto en Julius como en Griffith, pese a la posición social que ambos ostentaban para ese momento en la serie xd

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