Sobre Hoguera de Sueños/ Berserk (1997) capítulo 14



Aquí estoy de nuevo, intentando transcribir mis pensamientos sobre Berserk ya que anoche me quedé corto. Ya me extenderé en su momento sobre la maravilla que es el argumento de la serie, pero hoy quiero hablarles sobre otro de los capítulos más interesantes de la adaptación de 1997.

Capítulo 14: Yume no Kagaribi "Hoguera de Sueños".

En este capítulo tenemos dos ejes principales. El primero es que la Banda del Halcón encuentra a Guts en el bosque después de que éste hizo la asaña por la que su figura se volvería una leyenda: derrotar, él solo, a 100 hombres. El nombre de Guts sería recordado por los años venideros a causa de esto, cosa que se preocuparán de recordarnos una buena cantidad de veces en el campo de batalla, por ejemplo, en el capítulo 15, cuando se enfrentan al ejército enemigo, lo primero que hace el general Boscogn es identificarlo a él, no por su nombre, si no que por su leyenda.
La figura de Guts ya es reconocida como la espada imparable del Halcón blanco.

Pero antes de eso, en el capítulo del que les quiero hablar hoy, tenemos un momento en que Guts y Caska pueden compartir, mientras esta cura sus heridas. Ambos miran el campamento que ha montado la banda del Halcón, donde reparan en las fogatas que iluminan la zona mientas cae la noche. Guts dice "Ésta es una vista preciosa ¿no? (...) cuando miro las luces, lo que parezco sentir es que puedo ver los sueños de la gente, o los recuerdos bailando entre las luces".

Es entonces que Caska le da nombre al capítulo, llamando a eso "Una hoguera de sueños". Momento en el que comienza a sonar el tema de Guts, para enfatizar la importancia de esta reflexión en él.

Esta situación, que sirve para que Guts nos muestre como piensa en la necesidad que crece en él de dejar de ser la espada de Griffith e ir por su propio sueño, me recuerda a la famosas Alegoría de la Caverna de Platón. Guts y la banda del Halcón son como las personas de aquél mito, que miran las sombras proyectadas por una llama, para este caso, la llama es el sueño de Griffith.
Esto lo dice el mismo Guts, quien señala que "las personas llevan consigo una pequeña llama hacia una gran hoguera, que es Griffith". Y al mismo tiempo reconoce que no lleva ninguna llama consigo.
Él le dice a Caska que puede vencer en cualquier batalla, pero que eso no significa nada (recordando de cierto modo las palabras de Griffith junto a la fuente ¿del conocimiento, simbolismo, dónde?) Expresando como ha recalado su discurso en él.

"Todavía no he encontrado una razón por la que luchar". Es lo que le dice Guts a Caska, momento en el cuál el canto lírico de Hirasawa irrumpe mientras que ella se da cuenta de que Guts, aparte de empezar a pensar por sí mismo, parece tener intenciones de abandonar la banda del Halcón.

A propósito de lo mismo, al comienzo del capítulo, mientras hace puré al ejercito en el bosque, Guts se pregunta si es que acaso hace eso por Caska, dando a entender que esa podría ser la primera vez que lucha por "algo", algo por lo que él mismo ha elegido luchar, algo que es valioso para él y por lo que piensa dar la vida de ser necesario. Ese es el momento, pienso yo, en que ya termina de hacer click en su cabeza la idea de que es más que una espada al servicio de alguien más y que puede blandir su arma por algo importante para él mismo.

Lo que Guts ha hecho es darse cuenta de esto y liberarse de aquél paradigma, dejando ver que desea salir de la caverna y encontrar el sol (o su propio sueño, su propio fuego, su propia hoguera).
Esto se enfatiza todavía más con lo que le cuenta a Caska sobre Gastón, quien "ha decidido dejar la banda para establecerse con una mujer y poner un negocio, o sea, perseguir su propio sueño".
Guts que en este momento admira a Griffith, desea convertirse él mismo en una hoguera, quizás para que éste lo mire como un igual de una vez por todas. Y esto, señores es la grandeza que subyace en este episodio.

Dato curioso:

Cuando encuentran a Guts en el bosque luego de acabar con los 100 hombres, justo cuando Caska lo ve recostado sobre el árbol, sosteniéndose sobre su espada, suena el graznido de un ave, que más que eso, suena como el llanto de un recién nacido. Quizás yo estoy obsesionado con el sonido de Berserk, pero siento que intentan decirnos que, después de ese momento, Guts ha renacido como hombre y como leyenda. Al fin y al cabo, la leyenda perduraría tiempo después, incluso cuando quienes la transmiten no son capaces de reconocerlo a él como el artífice de la misma.


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