Superman de la editorial Perfil (1991)
¡Saludos, kryptonianos!
Sean todos y todas muy bienvenidos y bienvenidas a esta nueva entrada del blog donde revisaremos una de mis colecciones favoritas de todos los tiempos, me refiero, cómo no, a la edición noventera de Superman publicadad por editorial Perfil en Argentina.
Actualmente estoy coleccionando el manga de Hunter X Hunter y, ante lo absurdamente cara que es la filial española de Panini (y la errática distribución de su contraparte mexicana) la opción que me quedaba para coleccionarlo era IVREA Argentina.
Y, ojo, no me quejo. El diseño editorial me parece precioso. En general, hoy por hoy, no tengo mucho problema en ir variando entre ediciones y formatos para efectos de coleccionar una obra muy larga o complicada. Era algo que me complicaba mucho hace algún tiempo, pero luego recibí una colección del Hulk armada con grapas, TPBs, hardcovers y hasta grapas gringas. Todo resquicio de quisquillosismo coleccionista que me quedara murió ese día. Desde ese momento, siemplemente, ya me dio lo mismo.
Pero en el caso de Hunter, la edición Argentina es bonita. Se ven bonitos juntos y respeta en gran medida el diseño original del tomo japonés. A gusto del lector común sería perfecta, salvo por un gran, gran problema: La traducción.
Probablemente yo sea el único por este lado de la cordillera que defiende las traducciones de la editorial IVREA Argentina.
Como comentaba la otra vez, siento un interés por la forma en que el doblaje/traducción/ de productos culturales foráneos permea, afecta y modela al mismo tiempo parte de nuestra cultura local. Pienso, se genera una suerte de tránsito, un espasmo-respuesta involuntaria a la globalización. Y esta mirada parece amplificarse cuando uno se remite a los códigos de comunicación como los memes que replican, sustraen y abstraen la complejidad de una talla que todos vimos por la tele hace 20 años y que termina convertida en una suerte de conceptualización imposible de traducir o explicar de vuelta a menos que formes parte del tácito contrato de complicidad vinculante que es el mismo.
Pero el problema con Ivrea es el uso de modismos muy, muy locales, los cuales pueden llegar a ser incomprensibles fuera de las fronteras del país trasandino, aunque no deja de ser lo mismo que logramos valorar y apreciar en otras instancias como el doblaje latino de Shaman King, Pokémon o Dotto! Koni-chan.
Si bien este problema ha sido objeto de quejas de internautas y lectores, no es nada nuevo. A principios de los 90s seríamos testigo del auge y posterior caída de la Editorial Perfil, la cual se encargaría por alrededor de 5 años de la traducción, publicación y distribución de los títulos de DC en éste lado del mundo.
La editorial Perfil nos traería lo mejor del DC ochentero, condimentado con los modismos utilizados en las traducciones, regalándonos joyas de la localización tales como un iracundo Lex Luthor gritándole a la esposa de Perry White "¡Cómo osas darme un sopapo!" al ser abofeteado por ésta y el incrédulo BICHO AZUL (Blue Beetle) coronando el golpe que Batman le propinaría a Guy Gardner en las páginas de La liga de la Justicia con su icónica frase "¡Una piña!".
Refiriéndome sólo a mi experiencia personal, pienso que estas traducciones son ENCANTADORAS. Y no, no se trata en absoluto de que tenga algún tipo de afecto particular por la jerga argentina, simplemente responde a lo único que se siente y a cómo logro conectar con una traducción elaborada en éste lado del mundo, pues, estimo, tengo mucho más en común con los amigos argentinos que con la cultura gringa en su conjunto.
Esta posibilidad de identificarme, de verme reflejado en la obra que estoy consumiendo, me hace valorarla más. Un poco lo mismo que me ocurre con mayor cercanía en casos como 31 Minutos y Diego y Glot.
Mi primer contacto con la editorial Perfil fue a través de las historias de la Liga de la Justicia, probablemente hace unos 15 años atrás, más o menos. Esas humildes historias que leí en aquél tiempo calaron muy profundo en mi, y personajes como El bicho Azul, Astro Dorado, Hielo, Oberón y el Detective Marciano formarían para siempre parte del panteón de mis favoritos personales.
En su corta vida, la editorial publicó un buen puñado de series, todas enmarcadas en el renacimiento posterior a la Crisis en Tierras Infinitas, evento que a mediados de los 80s reestructuraría el panorama de la casa editorial.
De este modo, los primeros títulos publicados por Perfil (como series regulares) serían:
Superman (partiendo por la miniserie The Man of Steel de John Byrne)
Batman (partiendo por la historia Ten Nights of the Beast de Jim Starlin)
Justice League (de Giffen y DeMatteis en tres cabeceras conectadas: America, Internacional y Europa).
Y Flash (De Baron y y Messner-Loebs, renombrado FLUSHMAN por un conflicto de intereses con una revista Argentina llamada Flash, recordemos que estas publicaciones se vendían en puestos de revistas).
Se sumaría más tarde a éste lote los cómics de las respectivas series animadas de Batman y Superman, además de una colección llamada "Grandes Historias", la cuál vería la publicación de, valga la redundancia, grandes historias como Batman: La broma asesina de Alan Moore y otras no tan grandes pero entretenidas historias como Domar a un Titán.
Pero hoy nos toca hablar sobre el Superman de la editorial Perfil.
Uno de los errores más bullados de la editorial, probablemente sería la extraña forma en que decidirían publicar las historias de Superman. Partiendo muy fuerte con la miniserie de Byrne, lo más lógico habría sido continuar con la serie regular del mismo autor (del número 1 en adelante, con sus respectivos crossover con las series paralelas Adventures of Superman y Action Comics). Sin embargo, tras concluir Man of Steel con el número #6, Perfil decidiría saltarse hasta la historia Caballero Oscuro sobre Metrópolis (del número 44 de la serie original) en sus números #7, #8 y #9, mientras que para los número #10, #11 y #12 publicarían La Búsqueda del Alma, historia que cruza números de las tres cabeceras norteamericanas y que toma la serie original en su número #47.
El publicar la búsqueda del alma implicaría, entre otras cosas, serias confusiones respecto de la aparición de personajes, ya que se trata de una historia donde muere Jerry White (hijo de Perry White y vástago biológico de Lex Luthor), sin embargo el personaje haría su debut en las páginas de Adventures of Superman #428, revista que no sería publicada por perfil sino hasta el número #24, causando una gran confusión sobre el personaje y su posición en la cronología.
Para el número #13 de Perfil, las cartas que los lectores enviarían haciendo notar este problema los haría recular en su plan editorial (si es que había), retomando, ahora sí, con el #1 de la colección norteamericana de Superman, sin embargo el desorden ya poca salvación parecía tener.
La editorial seguiría publicando la serie, ahora sí, siguiendo un plan editorial más o menos similar al de su contraparte norteamericana; sin embargo, dejaría inéditos en su colección varios números, mientras que por otro lado publicaría tie-ins para eventos que tampoco sacarían, tales como Millenium.
Como al parecer nadie en la faz de la internet se ha dado a la tarea de transcribir esta información, ahora, para deleite de cualquier nerd a quien le importe tanto como a mí, hice la correlación completa de los números de editorial Perfil y su contraparte USA:
#1 - The Man of Steel #1
#2 - The Man of Steel #2
#3 - The Man of Steel #3
#4 - The Man of Steel #4
#5 - The Man of Steel #5
#6 - The Man of Steel #6
#7 - Superman #44
#8 - Adventures of Superman #467
#9 - Action Comics #654
#10 - Action Comics #656
#11 - Superman #47
#12 - Adventures of Superman #470
#13 - Superman #1
#14 - Superman #2
#15 - Adventures of Superman #424
#16 - Adventures of Superman #425
#17 - Superman #3
#18 - Adventures of Superman #426
#19 - Action Comics #586
#20 - Superman #4
#21 - Superman #5
#22 - Superman #6
#23 - Adventures of Superman #427
#24 - Adventures of Superman #428
#25 - Adventures of Superman #429
#26 - Superman #7
#27 - Adventures of Superman #430
#28 - Superman #9
#29 - Superman #10
#30 - Superman #11
#31 - Action Comics Annual #1 (1985) Primera parte
#32 - Action Comics Annual #1 (1985) Segunda parte
#33 - Adventures of Superman #432
#34 - Adventures of Superman #433
#35 - Adventures of Superman #434
#36 - Superman #12
#37 - Adventures of Superman #435
#38 - Superman #13
#39 - Adventures of Superman #436
#40 - Superman #14
#41 - Superman #15
#42 - Adventures of Superman #438
#43 - Adventures of Superman #439
#44 - Action Comics #600
#45 - Superman #18
#46 - Superman #19
#47 - Adventures of Superman #442
#48 - Superman #16
#49 - Adventures of Superman #441
Haciendo este trabajo de recapitulación comiquera pude entrever algunos detalles interesantes. El primero que salta a la vista es que 18 de los 49 números corresponden a la cabecera Adventures of Superman, mientras que la serie Superman a secas vería publicados 19 números. Por su lado la serie menos cubierta por Perfil sería Action Comics, con míseros 5 números publicados, de los cuáles los números #31 y #32 son uno sólo (conservando el primero la portada de la revista original con algunos retoques y el segundo con una portada original para la ocasión), mientras que el #44 de la editorial perfil (correspondiente a parte del Action Comics #600) no conserva la portada original de su contraparte, siendo ésta en cambio reemplazada por una portada única de la edición argentina, mientras tanto, el resto del citado Action Comics #600 sería publicado por Perfil en la serie Grandes Historias #1 bajo el título "Mundos diferentes".
Siento que la editorial Perfil, con sus cosas buenas y malas, supo calar en una generación de comiqueros que, posteriormente y a su vez, sabrían heredarnos a quienes más tarde pudimos disfrutar con las publicaciones de editoriales como SD y Unlimited.
Si bien no logré vivir la historia de la editorial Perfil en carne propia (habrá cerrado allá por el 95 y yo soy del 94) sí logro conectar con ésta cada vez que abro una de sus revistas y me encuentro con las cartas de los lectores y puedo vivir con ellos la emoción de descubrir los mundos de DC.
Como dije antes, siento que el recoger una obra y adaptarla a un público diametralmente distinto al original es un tremendo, tremendo valor en sí mismo y se trata así mismo de un oficio que se pierde cada día más, en el poco valor que le damos.
Las páginas de Perfil no son sólo un lote de cómics de Superman desordenados. Se trata de un patrimonio material inmenso, que nos habla de lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos, quizás, incluso.
Es por eso que, con mucho esfuerzo y cariño me dediqué por años a buscar cada número de esta colección, porque, como dice en sus mismas páginas se trataba de una colección para leer y guardar toda la vida.
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